En tan solo una semana, 6 días para precisar, sabes que tengo una manía de excusarme, dar explicaciones innecesarias y precisar todo el tiempo para esquivar cualquier posible interrogante dentro de tu cabeza.
Ahora me pregunto… ¿me hablarás? ¿Querrás besarme la primera reuna que nuestro querido amigo en común haga por mi recibimiento? O simplemente esperarás que nadie nos vea y como lo hacíamos hace un año, nos acurrucaremos en la oscuridad tan especial y hasta un punto esencial, en eso que yo nunca supe si llamar relación, de la noche.
No tienes ni idea Margarita, todas mis amigas lo saben es patético en verdad estar esperando como una estúpida el momento de tenerte al frente y no saber dónde rayos esconder la cabeza y debo confesar el miedo que sentí al creer que quizás Sabina tenía razón al cantar que “donde fuiste feliz no has de volver”.
Ahorita después de leer a la U-A Í-A me han entrado unas ganas de hablarle y ella qué me diría… no sé. Probablemente en ese tren que me dejará en la capital de tu región y después estaré en ese lugar fabuloso que marcó mi vida por cumplir dos de mis grandes sueños que no vienen al caso las comente ahora mismo.
Margarita te he extrañado tanto y no sé si te sigo queriendo o puede que en este momento yo solo sea parte de la ansiedad típica ante el reencuentro que confirma tu respuesta indirecta a un mensaje grupal en una conocida red social.
Yo sé que tú también te cagas de miedo porque para variar otra vez el reloj no está de nuestro lado, pero que importa estoy dispuesta a hacer ricochet en nuestro lugar más feliz del mundo. Solo espero que esta vez nosotros podamos llegar más lejos que las piedras que mi derecha no hace saltar demasiado, esta comparación me salió pésima pero sé que has comprendido lo que quiero decir.
Sólo tengo una pregunta para ti… ¿por qué es que ni siquiera pudiste firmar la tarjeta que tus padres me enviaron por Navidad? Es que ni siquiera me esperas, digo, que me atraviese el país más allá de mis fines románticos, tiene como propósito volver a ver a mis familias y a mis amigos. No me crees y todavía levantas los pétalos que recubren tus ojos, lo que quiere decir que no me crees.
La verdad Margarita, es que como ya sabes el hecho de que tú estés allá quizás si haga este viaje más interesante y de conseguir algo, diré que ha valido completamente la pena.
SGMU
Sábado 12 de febrero de 2011 (siendo las 17h21 en Francia)
PD: Mis dos grandes sueños fueron conocer Francia y enamorarme como un perro, diría perra pero no quiero que mis sueños sean malinterpretados.
