viernes, 1 de julio de 2011

Margarita no te conté

Margarita dentro de mis cuatro (casi cinco) días al interior del país, estuve en un taller en el cual me divertí y no sabes qué pasó… tuve ganas de llorar pero de esas ganas que ocasionalmente me vienen a inicios de mes por cuestiones hormonales y no era este el caso.

Conocí a una payasa, bueno a su humana más bien y nos hizo unas dinámicas de esas que extrañamente liberan porque en verdad si nadie te dice hazlo así o asá JAMÁS te pondrías al frente del otro, con una canción de fondo y te moverías armando una especie de coreografía que lindaba más con la fusión de dos personas que hacían lo mismo y parecían conformar la misma pieza. La música de fondo fue perfecta:
La primera Margarita, era una que se la había escuchado cantar a mi hermana cuando ella cree que nadie la escucha mientras se pone el saquito y la chalina para irse después de venir a visitarnos.
La segunda, fue una que mi primo (el cual aún no me habla) me la puso cuando éramos amigos cercanos y yo podía pasar horas en su cuarto viendo los mil y un videos que él tenía para mostrarme. Lo que más me acuerdo de este video era el  chico que tocaba un pianito que parecía de juguete y cantaba suavecito con 2 ó 3 músicos más en alguna parte de San Isidro, algo así era. El chico usaba lentes de esos que están de moda con camisita y chompita o chaleco, pero algo lanudo le cubría parte de la camisina.
Ya en la tercera canción no había que interactuar con uno más que tu sino con casi 10 personas más (o éramos 10, no me acuerdo exactamente) y bam! Nos pusieron nuestra canción Margarita, esa que he silbado todo el año pasado y parte de mis ratos libres cuando no ando silbando Amélie. Fue locaso, LO-CA-SO de la nada me habían puesto la vie en rose en versión de Louis Armstrong. Yo me quería morir, estaba demasiado movida, increíblemente me sentí extasiada, como si el alma se me saliera del cuerpo y hubiera hecho eso que siempre quise haber hecho con esta música de fondo y lo hice Margarita, lo hice del modo más natural. Fue uno de esos placeres que necesitaba compartir contigo porque al buscar una cara cómplice nadie entendió lo que yo sentí en ese momentuchi.


SGMU
Viernes 1ero de julio de 2011.


 Nuestra canción Margarita, de los dos.


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