sábado, 9 de julio de 2011

Vertes, el Kennedy y la T, no, E.

Velada corta, buen funk en el Kennedy.
Oh Mr President! si realmente vieras lo caótico y fascinante que es aquel parque lleno de gatos, gente en converse (por la velada converse), compañeras de la noche en minifaldas en pleno invierno y nosotras, las verdes que ya crecimos, variamos y tenemos diferentes tonalidades. Muchas han abierto sus capullos y como dirían las viejitas de parque, estamos hechas unas hermosas flores.
Margarita te acuerdas que te conté que odiaba los micros, quizás nunca te lo escribí pero te lo dije por nuestra telepatía, sé que me sientes. Tu siempre me sientes y me piensas y yo a ti. Esta vez fue diferente. Caminar las 4 cuadras de Vigil para llegar al Ejército han sido reconfortantes y esperanzadoras, me iba a reencontrar con mis amigas del colegio, las mismas que usaban panties negras y se rehusaban a ponerse las medias del colegio para estar chics con la casaca negra de la promoción… esas mismas que ahora no tan verdes pero como sea, seguimos hablando banalidades, amores, romances, tendencias y otros temas de chicas pero esta vez con invitado especial y todo, tuvimos a Shá y a Bobby que son uno solo, siameses podrían llamarse puesto que el primero contiene al segundo.
Me encanta estar con ellas y compartir eso que compartimos todas y es las ganas de estar enamoradas, de jilear, de sentirse observadas, cuestiones que alimentan puramente nuestra vanidad y nos hacen sentir taaaaaaaaaaan bien. Hasta la que tiene enamorado dijo, sí chicas yo también y yo le dije Margarita “¿Oe tú tienes flaco?” “Sí, pero no es lo mismo.” AJAJAJAJA.
La T que en realidad es la E me conectó hacia ellas, ayudó, fue la cómplice de mi reencuentro. Sí, hablo de la que hace la ruta de SO 30 (nunca entendí cómo es la codificación de rutas en esta caótica, húmeda y gris ciudad y menos en Miraflores, la zona más cosmopolita de nuestra capital). Viajando en este micro, la aventura es distinta. Admito que busqué tu cara, bueno, tu posible rostro entre los pasajeros, pero no lo encontré o quizás sí y te hiciste el loco, pero ya no importa, estoy frente a mi lap top contándotelo todo.  Y así cada rostro, cada pelo mal pintado, cada facha típica y única que espero solo encontremos en este país, hace que todo la Av. El Ejército sea divertida, intrigante, cada cara es una historia que puedes inventar, cosas que puedes crear, hasta llegar a crear un futuro probable con las personas que ves.
Tranquilo, no me levantes el pétalo, como diciendo que de qué futuro hablo, “con quién hablas de tu futuro” o de “tu futuro con quién”. Ambos sabemos que por más de las cuatromilmillonesochocientasnoventaynuevemildoscientascuarentaytres veces que invente historias con pasajeros que probablemente vuelva a ver en la vida ya que Lima es un pañuelo y yo paro resfriada, el final siempre será el mismo, el del tu y yo en el profundo beso romántico. Qué cursi soy, no? Se me salió. te juro que no fue a propósito, aunque veo tu sonrisita pícara e igual te ha encantado eso que te venía diciendo. PERO mira la variante de nuestro futuro esta vez:
Estaremos tu y yo, tú como siempre limpísimo y perfumado, con tu cuello largo y tu cabello al viento.
Yo en mis vaqueros, sí vaqueros porque he renunciado a los jeans a la cadera y los que uso ahora parecen más de cowboys, y mi metro 56 de estatura que te obliga a agachar la cabeza un poco para poder rozar mis labios.
Me tomas por la cintura y yo te rodeo ese cuello que me encanta PERO hay algo definido como acid jazz y/o funk que nos hace fondo, que crea el ambiente, la mística en la cual nuestros cuerpos no solo gozan al encontrarse juntos y queriéndose, sino también bailando y sintiendo que lo pueden todo. Que lo podemos todo.


SGMU
Sábado 9 de julio de 2011 después de haber narguileando y jileando en honor a mi amiguina desde cuarto grado, Claudia Calenzani esto fue para ti. Ya eres legal webona! No, aún no en una hora. Te quiero.

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